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El ácido hialurónico es una de las sustancias más usadas en numerosos tratamientos de medicina estética, especialmente en aquellos que buscan corregir el envejecimiento y la pérdida de luminosidad de la piel.

Nuestro organismo es capaz de producir ácido hialurónico de forma natural. Es uno de los principales responsables de la hidratación y la firmeza de nuestra piel, con la capacidad de retener grandes cantidades de agua. 

Con el paso del tiempo nuestra producción de ácido hialurónico disminuye en nuestras células, lo que provoca una importante pérdida de la calidad del colágeno presente en la piel. El resultado suele ser un aspecto deshidratado, flácido, con pequeñas arrugas y manchas.

Pero, ¿cómo funciona el ácido hialurónico?:

Este compuesto trabaja de manera conjunta con el colágeno y la elastina proporcionando flexibilidad y facilitando el movimiento de las articulaciones. El ácido hialurónico aporta nutrientes a los cartílagos, ya que al tener bajos niveles de ácido hialurónico puede provocar la fragilidad de las articulaciones. Por este motivo, resulta un elemento fundamental en tratamientos para la artritis, aportando lubricación y flexibilidad a las articulaciones. 

Sin embargo, su uso mayoritario se centra en la especialidad de estética y cosmética para lograr una hidratación en profundidad de la epidermis, con el fin de recuperar una piel tersa y que luzca más hidratada y suave

En esta rama, se utiliza principalmente para atenuar las arrugas y líneas de expresión en zonas como:  

  • Surco nasogeniano (arrugas a ambos lados de la nariz y boca).
  • Arrugas en la zona de los labios, mejillas y sonrisa. 
  • Arrugas periorbitarias alrededor de los ojos (las llamadas patas de gallo).
  • Relleno de ojeras. 
  • Aumento de pómulos. 

El tratamiento siempre debe realizarse en un centro autorizado por un médico especializado, un cirujano plástico o un dermatólogo.

La aplicación del ácido hialurónico se realiza mediante infiltraciones inyectables. Se suele realizar en una o dos sesiones de unos 20 minutos, según la cantidad. El proceso puede realizarse con o sin anestesia local y el paciente vuelve a casa el mismo día. Los resultados son muy visibles y la duración del tratamiento puede oscilar entre los 9 y los 12 meses. 

 

Si estás interesado en someterte a este tratamiento, en Clínica EPS ponemos a tu disposición nuestra Unidad de Medicina Estética para ofrecerte un asesoramiento personalizado y adaptado a tus necesidades, con un equipo altamente cualificado y contando con la más avanzada tecnología. 

 

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